RECTOS E INQUEBRANTABLES
PROPÓSITOS
©Giuseppe Isgró C.
-“Lo importante en la vida es tener un alto y definido ideal
con aptitud y perseverancia suficientes para lograrlo”-.
Orison Swett Marden
-“El éxito de la vida exige la obediencia
a las leyes de nuestra
naturaleza”-.
Alexis Carrel
-Ten la certeza absoluta de que, en los planes cósmicos,
existe un lugar y una misión para ti. Descúbrela ahora,
proyecta un propósito y realiza la cuota de la Gran Obra
que el Supremo Artífice te ha asignado en la expansión universal
de la Creación: la que seas capaz de percibir, asumiéndola.
Siempre recibirás tu salario
cósmico, oportunamente,
aunque la oportunidad de participar
constituye el mayor beneficio de
todos
los que les son inherentes-.
Giuseppe Isgró Cattafi
-Hidalgo,
-dijo Escudero-, háblame ahora sobre los Rectos e inquebrantables propósitos
que deben animar a toda persona.
-Escudero,
-le responde Hidalgo-, escucha:
La percepción
de la verdad otorga a la persona un deber y un derecho: asumir la realización
de la cuota de la obra que concibe que alguien debe hacer y posesionarse del
rol inherente, hasta concluirla exitosamente. Por eso decían los antiguos: -“Hazlo y tendrás el poder”-.
Quienes
alcanzan una elevada comprensión de la Verdad Universal y de las leyes que
rigen la vida y a los seres, adquieren un mayor grado de responsabilidad en su
conducción impecable para servir de paradigmas a los que les observan en el entorno donde
actúan. Siendo más profunda su capacidad de percepción y más nítido su
discernimiento, sus decisiones son más efectivas para elegir cursos de acciones
que aporten los mejores resultados al más bajo costo de oportunidad. Quien
comprende más se solidariza con sus semejantes en la construcción de un mundo
mejor, creando las condiciones idóneas para vivir en armonía, reflejando en
cada uno de sus propósitos y acciones la divinidad del ser interior en conexión
con la fuente, como canal de luz, amor y poder creador.
El recto
propósito da sentido a la propia existencia, mediante cuya realización se debe
aportar la mayor suma de bien para todos, auto-incluyéndose.
Cuando Simón
Bolívar asumió el propósito de dirigir el proceso de la Independencia Latinoamericana,
-lo cual llevó a cabo con resultados positivos-, su vida se transformó,
automáticamente, canalizando su genio creador, dándole gloria a su nombre al
serle concedido el titulo honroso de Libertador y al Continente emancipado la
conciencia de un destino autónomo en la creación de un nuevo mundo acorde con
el ideal de la edad de oro en gestación.
Cuál es tu
finalidad más importante en la vida? Cómo conocerla?
Cuáles son tus
talentos? Cuál es tu vocación? Cuáles son tus necesidades e inquietudes?
Cuál es el
destino de la humanidad del planeta tierra? Qué hay que mejorar en beneficio de
todos? Cuáles son las preguntas que esperan respuestas?
Qué servicio
puedes brindar a la sociedad de la cual formas parte para recibir tu respectiva
cuota en los beneficios inherentes?
Qué requiere
ser mejorado en el entorno en que vives?
Todas aquellas
cosas que percibes que alguien debe hacer en beneficio de la humanidad, ese
alguien eres tú. Si aportas la parte del servicio que contribuye a satisfacer
las necesidades insatisfechas de la colectividad, habrás encontrado el único
camino que conduce a la riqueza integral. Estamos aquí con una finalidad y es
imprescindible descubrirla para enfocar hacia ellas los talentos que hemos
traído a la presente existencia y así dar el propio aporte, cosechando los
frutos evolutivos equivalentes, sintiéndonos útiles, mereciendo, al mismo
tiempo, que se nos deleguen nuevas
tareas esenciales hasta alcanzar la maestría cósmica y convertirnos en creadores
de nuevos mundos en la eterna expansión de la Creación Universal.
Dentro de este
orden de ideas tenemos deberes y derechos: con el Ser Universal, con la
humanidad y con nosotros mismos, en el eterno ahora.
En cada área
de las propias responsabilidades, derechos, necesidades y aptitudes, es preciso
forjarse un propósito deliberado para darle sentido a la vida, canalizando la
energía creadora interna hacia objetivos determinados a corto, mediano, largo y
macro plazo y de esta manera convertirnos en conductores inteligentes de
nuestras vidas.
Poseemos un
cúmulo de facultades capaces de expresar el poder potencialmente infinito con
que está dotado nuestro eterno e inmortal Espíritu, que es preciso desarrollar
hasta alcanzar su perfecto dominio y la optimización de su uso, además del
conocimiento de la realidad universal y de los valores inherentes, todo lo cual
nos permite la visión clara para forjarnos rectos y deliberados propósitos que
hagan de nuestra vida una obra maestra.
Recuerda: eres
un capitán al mando de tu barco; este barco, en el desempeño de las funciones
que le están asignadas, -propósitos-, debe trasladarse de un puerto a otro.
Dependiendo de los propósitos programados, en cada caso, son elegidos los
objetivos particulares: puertos de destinos temporales, en cada época y en determinados
lapsos, que le darán sentido en la búsqueda del rumbo a seguir y del tipo de
servicios que prestarás.
He aquí
algunas claves esenciales:
1. Forjase un
propósito claramente definido en cada una de las áreas vitales, es decir:
o En lo personal
y en lo familiar.
o A nivel
profesional, de trabajo y/o de servicio a la colectividad.
o En tu relación
con el Ser Universal.
o En la asunción
de un propósito inquebrantable de contribuir a la construcción de un mundo
mejor.
o En
cualesquiera otras áreas de tu interés.
2. En cada uno de
los propósitos propuestos, es preciso plantearse objetivos a corto, mediano y
largo plazo, y fijar, en cada caso, por escrito, los resultados –objetivos- específicos que sea preciso
obtener.
3. Asignar, a
cada objetivo, un plazo máximo de realización.
4. Realizar un
objetivo a la vez de acuerdo al respectivo orden prioritario. Posees el poder
suficiente para realizarlos, exitosamente, todos, siempre y cuando los ejecutes
uno a uno. Esa es la regla de oro. Donde concentras la atención, la energía y los
recursos pertinentes, se expande la conciencia y el poder creador.
5. Cada logro
obtenido debe aportar beneficios óptimos para todas las partes involucradas, de
acuerdo al valor de la justicia y a la equidad, en armonía con todos y con el
Todo.
6. Considerar, en
cada caso, el propósito o finalidad que cada quien persigue en su relación
contigo, para evaluar su sinceridad, ventajas e inconvenientes, justicia y
equidad.
o Cada propósito
genera, automáticamente, un poder de auto-exclusión, activando la ley de atracción,
que atraerá, al propio círculo de influencias y actividades a los elementos
coadyuvantes esenciales en todos los ámbitos vitales, a nivel físico, mental,
emocional, espiritual y financiero; a la ley de repulsión, -denominada,
también, ley de aislamiento cósmico-, que te permitirá identificar todo lo que
no es compatible con tu propósito, descartándolo y excluyéndolo. Imagina –por
un momento,-, las ventajas de la liberación de todas las cargas innecesarias
que una excelente programación de propósitos aporta, como factor motivador.
o Abstenerse, -como práctica efectiva del desapego-,
de todo lo que es innecesario a la realización de nuestra obra y a los
propósitos que les guían, equivale a centuplicar las propias posibilidades,
tomando en cuenta de que es imposible recorrer dos caminos al mismo tiempo. Hay
que elegir uno, el mejor, y para eso es preciso desarrollar las habilidades de
toma de decisiones inherentes.
Dentro de los
elevados propósitos que el ser humano precisa plantearse en la vida, podrían sintetizarse:
CONOCIMIENTO
de sí y del entorno universal del cual se forma parte: A nivel físico, mental y
espiritual.
a) A nivel
espiritual:
o Conocimiento
del Espíritu eterno e inmortal que se posee y se es.
o Facultades
espirituales de las cuales está dotado el ser humano.
o Atributos
divinos que posees análogos a los del Ser Universal, los cuales fungen como
sentidos cósmicos.
o Poder
potencialmente infinito del cual te encuentras dotado, -o dotada-, y que
expresas, gradualmente, en forma equivalente a las necesidades afrontadas y a
la magnitud de los propósitos forjados y asumidos como objetivos de realización
personal.
o Misión que te
ha sido asignada, en el eterno presente, por el Ser Universal, en los planes
cósmicos.
o Reencarnación
en ilimitados ciclos de vida y en inmensos mundos del universo.
o Una
perspectiva universal de la vida.
o Conciencia de
la UNICIDAD –UNO, no trino- del Ser
Universal.
o Conciencia de
la UNIDAD perfecta e indisoluble que conformas con la FUENTE: el Ser Universal.
o Espiritualidad
directa centrada en el Ser Universal, sin intermediarios. Meditación en Él y en
sus atributos divinos. Práctica del Dzikr, la constante conciencia de Él.
o Conocimiento
del alma, -peri-espíritu, hilo de plata-,
como: elemento de conexión con el cuerpo o vehículo físico, archivo –o memoria-
espiritual, elasticidad y factor coadyuvante de gran número de facultades
espirituales, etcétera.
b) A nivel Físico:
o Conocimiento
del cuerpo, en todas sus vertientes.
o Leyes de la
salud; alimentación saludable, ejercicios adecuados y necesarios.
o Conciencia de
la misión en la dimensión física de la vida.
o Percepción de las
necesidades de la vida humana: 1) Básicas: alimentación, vestido, vivienda,
sexo, aire, trasporte, etcétera; 2) Seguridad, de la satisfacción de las
necesidades básicas, de la propia integridad personal, honor, reputación y del
patrimonio; 3) Sociales o afectivas: necesidad de pertenencia a un grupo
familiar, de trabajo o servicio; 4) Estimación: propia y ajena, impulsándola de
los grandes logros existenciales; 5) Autorrealización: ser lo que se anhela y
alcanzar la ascensión del Espíritu a la maestría universal; la conexión con la
fuente, la meditación en el Ser Universal y sus atributos divinos. Conciencia
de la UNIDAD con la fuente y la percepción de la divinidad del ser con su
ilimitado potencial.
Alexis Carrel,
-pensador francés del siglo XX-, expresó:
-“..Existen muchos hombres y mujeres que buscan, no el provecho, la seguridad o
la satisfacción exclusiva de los bienes materiales, sino un gran ideal. Ideal
del poeta, del artesano, del artista, que se dedican al culto de la belleza.
Ideal del sabio o del “buscador espiritual”, cuyos esfuerzos todos tienden
hacia la verdad. Ideal de aquellos que se sacrifican por ayudar a los demás.
Ideal de la mujer que se da enteramente a la obra sublime de hacer y de formar
seres humanos”-.
o Conocimiento de las fortalezas, aptitudes y
vocaciones que traes a cada ciclo de vida, -de
un inmenso número de reencarnaciones previas-, que puedan imprimirle
sentido a tu actividad o roles existenciales como ciudadano, padre o madre,
hijo o hija, profesional, artesano, persona, etcétera.
o Puntos menos
fuertes, o carencias, que requiere transmutar en su polaridad opuesta positiva.
Es decir: El karma existencial: positivo o negativo, para optimizar o depurar.
c) A nivel
cósmico:
o Percepción de
la realidad universal y de la vida existente en infinidad de mundos; teniendo presente
que se forman –constantemente- nuevos planetas; otros, la mayoría, se
encuentran en plenas actividades evolutivas; un determinado número, en fases de
extinción, y algunos, ya extinguidos, por cuya lejanía, en años luz, sigue llegándonos su luz. Esto aporta una perspectiva más realista de la Creación.
o Conciencia de
la solidaridad universal y de lo que esto implica.
o Conocimiento
de las leyes universales.
o Interrelación
entre la dimensión espiritual y la física.
d) En su carrera
como ser:
o De dónde
viene?
o Por qué está
aquí?
o Hacia dónde
va?
o Conocimiento
de todo el bagaje heredado de generaciones anteriores.
o Asumir el rol
de servicio idóneo para desarrollar un mejor planeta del que hemos recibido.
o Elegir una
carrera profesional o una actividad de vida mediante la cual sustentarse y que
a la vez sea el medio de sustentamiento de la propia familia.
e) Agregar
cualquier otro elemento que estimes necesario.
f) Asimilar
técnicas de meditación, concentración, relajación, psico-programación,
etcétera, que optimicen los propios recursos físicos y psico-mentales.
Decía Confucio,
en su tratado El ta-hio -o El gran
estudio-, lo siguiente: -“Ante todo
hay que conocer el objeto al que debemos atender, o sea nuestro destino
definitivo, y tomar acto seguido una determinación –propósito-; una vez tomada
esa determinación, -propósito-, se puede
tener ya el Espíritu sereno y tranquilo; cuando el Espíritu está sereno y tranquilo,
se puede ya gozar de aquel reposo inalterable que nada puede turbar; cuando se
goza de aquel reposo inalterable que nada puede turbar, podemos ya meditar y
formarnos un juicio acerca de la esencia de las cosas; y cuando nos hemos
formado un juicio acerca de la esencia de las cosas, podemos ya alcanzar el
estado de perfeccionamiento que habíamos deseado”-. Luego, agrega: -“Los seres
de la naturaleza tienen una causa y unos efectos; las acciones humanas tienen
un principio y unas consecuencias. Conocer las causas y los efectos, los
principios y las consecuencias, es como acercarse mucho al método racional con
el cual se alcanza la perfección”-.
Es preciso que
nuestras intenciones, al forjar cualesquiera propósitos, se correspondan con
los elevados valores universales de la justicia, del amor, de la belleza, de la
fraternidad, de la solidaridad y del servicio recíproco, en armonía con la
práctica de todas las virtudes y con los planes trazados por el Supremo
Artífice en el concierto universal.
Con la recta
opinión, cada ser ha alcanzado la visión adecuada en torno a la cual centra su
atención, la cual le permite darse cuenta de la realidad que afronta en el
entorno al cual se circunscribe su acción, percibiendo las necesidades
insatisfechas a las que contribuirá a satisfacer mediante su servicio o el
aporte del bien equivalente, por una parte, haciendo lo cual, dispone de los
medios suficientes para el propio sustentamiento de vida como persona o
ciudadano, a la vez que funge como medio de desarrollo personal y profesional,
aportándole la riqueza integral que precisa y el derecho de asumir, cada vez,
mayores cuotas de responsabilidad social.
La realidad
que es capaz de percibir en el entorno en el cual vive, y se desenvuelve, le
permite identificar cuales de sus atributos, dones o aptitudes puede optimizar
como oportunidad inherente de crecimiento integral.
Dicha visión
de la realidad del entorno y de sí, como persona, son las que van a identificar
las oportunidades que le conducirán a forjarse propósitos de servicio, mediante
los cuales asumir roles y objetivos a corto, mediano y largo plazo, pero,
todavía esos propósitos, si no da los pasos siguientes, podrían quedarse en
simple intenciones y nada más. Esos pasos esenciales contribuyen a transformar esos propósitos en rectas
palabras y acciones, que son los apartes que pasaremos a analizar en los
siguientes capítulos del Noble Sendero Óctuple.
Firmes e
invariables propósitos, en el espacio y en el tiempo, -en el eterno ahora-,
sirven para mantener una acción tenaz y sostenida, con lo cual se le da
consistencia a la propia obra hasta alcanzar los resultados apetecidos e
imprimirán, cuando más sea necesario, ese impulso creador que activa los
poderes de la mente creando las circunstancias favorables al fin propuesto y
las coincidencias que aportan los recursos y las personas necesarias en el
momento oportuno, y en las cantidades suficientes e inherentes.
Igualmente,
firmes e invariables son los propósitos universales que conforman los planes
trazados por el Gran Arquitecto del Universo; es preciso compenetrarse con
ellos para que nuestra obra adquiera la trascendencia necesaria en el espacio y
en el tiempo, y en armonía con todos y con el Todo, en cuya acción nos
transformamos en instrumento de la voluntad divina y de la sabia inteligencia
universal.
Inspirados los
propios propósitos en los valores universales que rigen el universo, adquieren
la facultad de transmutar, canalizando, nuestros deseos en su polaridad
positiva, adoptando, únicamente, objetivos positivos, con lo cual, nuestra
acción, además de volverse inocua para los demás, aporta la mayor suma de bien
para todos y para sí, simultáneamente.
Confucio,
expresó: -“Cuando hemos penetrado y
profundizado en los principios de las acciones, los conocimientos morales
alcanzan, luego, su mayor grado de perfección; cuando los conocimientos morales
han alcanzado su mayor grado de perfección, nuestras intenciones se tornan
puras y sinceras; si las intenciones se tornan puras y sinceras, el Espíritu se
llena enseguida de probidad y rectitud; cuando el Espíritu se llena de probidad
y rectitud, nuestro ser queda corregido y mejorado; una vez corregido y
mejorado el ser, la familia es bien dirigida; cuando la familia es bien
dirigida, el país es bien gobernado; y cuando el país es bien gobernado, el
mundo goza de paz y buena armonía”.
La claridad de
propósito, nos permite percibir:
1. Lo que es
preciso hacer en cada caso; y lo que hay que dejar de lado.
2. Qué objetivos
hay que enunciar por escrito, para darle carácter de permanencia, que reflejen
los resultados precisos que se deben obtener a corto, mediano y largo plazo.
3. Planificar, en
el espacio y en el tiempo, cómo realizarlos por su estricto orden de prioridad.
Es decir: elección de la estrategia a largo plazo; y, la táctica, en el corto.
4. Establecer
quien debe contribuir a su logro.
5. Tener presente
los valores éticos que deben regir su logro y las relaciones interpersonales.
Por ejemplo: Equidad, tratos justos, excelencia en el servicio, armonía,
efectiva cooperación, cortesía, humildad, gratitud, tenacidad, persistencia,
buen humor, integridad, probidad, respeto, dignidad, amor, compasión,
sinceridad, responsabilidad social asumida, etcétera.
6. Rectos
propósitos, implican trabajar en la correcta misión de nuestra vida, de acuerdo
a los planes trazados por el Gran Arquitecto del Universo y al rol que diseñó
para cada quien en el concierto de todas las cosas, desde una perspectiva
divina, en el eterno ahora, cuya percepción intuitiva –e inspirativa- aflora, en cada época, de acuerdo a las inquietudes
de los tiempos, en la propia conciencia, con el respectivo impulso creador, -y el inherente bloqueo temporal- que
permite, siempre, encontrarse en el lugar preciso, haciendo la cosa adecuada,
en el momento oportuno.
En la conexión con la Fuente se
encuentra la guía y la fuerza. Sé un instrumento dócil –y confiable- de la voluntad divina, en la Rueda de la Vida, -El Círculo y el Signo Más-.
Adelante.
06 de
diciembre de 2009.
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